El informe Monteverde, de Lola Robles

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Portada de El informe Monteverde, de Lola RoblesA punto de terminar julio, cierro mes con la reseña de una novela de autora. El motivo es sumarme una vez más a la iniciativa #UnAñoDeAutoras. Para ello, he elegido una de las novelas que más me han gustado en los últimos meses: El informe Monteverde, de Lola Robles. Además de autora de ficción, es investigadora. En sus trabajos contribuye, como nadie en España, a la difusión de autoras que escriben fantasía y ciencia ficción. Si quieres saber más, no tienes que irte muy lejos. Aquí en Libros en vena tienes la reseña del ensayo En regiones extrañas y la de Historias del Crazy Bar, escrito a cuatro manos con Conchi Regueiro. Pero hoy toca hablar de El informe Monteverde.

Esta novela breve es un tributo al lenguaje. Sé que el texto podría definirse de otras formas. Sin embargo, de entre sus muchas cualidades, creo que destaca el conjunto de reflexiones sobre el idioma y la comunicación.

La protagonista es Rachel Monteverde, una investigadora de la Sociedad para el Estudio de las Lenguas Interestelares. Rachel es enviada al planeta Aanuk para estudiar la lengua de los annukiens y los fihdia, dos razas que coexisten pero apenas se relacionan entre sí.  En sus años de trabajo, aprende los matices de los dos idiomas según va entendiendo ambas culturas. Estas presentan un gran contraste. Por un lado, los annukiens son una raza seminómada que derrocha felicidad (un poco al modo de los hobbits de Tolkien). Por otro lado, los fidhia son ciegos, viven en cuevas y se muestran, en general, muy desconfiados.

Lola Robles ha hecho un gran trabajo de reflexión sobre cómo serían los idiomas de estas dos razas. ¿Cómo se expresa una raza que jamás quiere hablar de los problemas? ¿Se multiplica el vocabulario cuando hay en la naturaleza infinitos matices de un color? ¿Cómo serían la poesía y las metáforas en una cultura cuyos miembros son todos ciegos?

Estas y otras preguntas se van respondiendo en la novela. La autora ha creado todo un mundo de términos annukien y fihdia que, lejos de resultar abrumador, contribuye a que el lector pueda acompañar a Rachel en el desarrollo de su informe.

Además de esta trama lingüística y cultural, tenemos otros elementos que dan riqueza a la novela. Por ejemplo, la historia personal de la protagonista a quien la experiencia de vivir entre los annukiens cambiará para siempre. Me ha interesado mucho la subtrama de su anfitriona annukien, que vive una historia de amor muy compleja. Además, se tocan cuestiones que tienen que ver con el choque de culturas, en este caso desde el punto de vista del turismo (¿sostenible o destructivo?) o las dificultades de comunicación existentes (porque saber un idioma no siempre significa que uno se pueda comunicar bien en dicho idioma).

El formato de la novela también es interesante, ya que combina fragmentos del informe Monteverde, entradas del diario personal de la protagonista y respuestas a una entrevista que le hacen cuando ya es mayor y está retirada en la Tierra.  Esto le da a la novela mucho dinamismo ya que vemos la historia proyectada en las distintas facetas de un poliedro, cuyo núcleo son siempre las vivencias de Rachel Monteverde.

La novela se lee muy rápido, no sólo porque es breve, sino por su estilo sencillo y equilibrado. Es uno de estos textos magistrales en los que no sobra ni falta nada. Además, es tan fácil sumergirse en el mundo de Aanuk, también llamado Planeta Paraíso, como sentir fascinación por sus habitantes.

Hay ciertas cuestiones que me asaltaron al leer El informe Monteverde y al leer Binti, de Nnedi Okorafor. Curiosamente ambas novelas están publicadas por la misma editorial. Se trata de la pregunta: ¿estamos ante literatura juvenil? Creo que hay muchos rasgos que apoyarían un “sí”. Por ello retomo algunas ideas que ya lancé en la reseña de Binti: los editores podrían haber optado por publicarla con la etiqueta de “literatura juvenil” pero, ¿esto haría que llegara a más o a menos lectores? ¿Le quitaría prestigio teniendo en cuenta lo infravalorada que suele estar la literatura juvenil?

Puedo responder que me hubiera encantado leer esta novela cuando tenía quince años y la hubiera disfrutado tanto como ahora. Espero que su publicación como ciencia ficción genérica no impida que llegue a lectores jóvenes quienes, de lo contrario, se perderían una lectura maravillosa.

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Gema Moratalla García

Gema Moratalla García

Soy escritora de fantasía y ciencia ficción. Mi primera novela, El Templo de los Inocentes, está disponible en formato digital en Amazon. Creé este blog porque la lectura y la escritura se deben compartir. Bienvenido/a. Participa. Comparte. Sugiere. Disfruta.

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