Hay libros que llegan en el momento más adecuado. En este caso se ha tratado de un mes de mucho estrés laboral y poca cabeza para leer. En circunstancias así, me encanta dar con una lectura entretenida y fácil que cuenta, además, con grandes virtudes.
La idea de leerla partió del blog Worldbuilding para escritores que eligió a Ana Bolox como autora del mes dentro de la iniciativa #UnAñoDeAutoras. Al ver que era una novela corta (formato que, por cierto, cada vez me atrae más -ya lo he comentado en algún otro post-) me decidí a empezarla. Lo cierto es que la he devorado, considerado el poco tiempo que he tenido para leer. Y ello se debe una buena serie de cualidades.
Para empezar, he descubierto que Ana Bolox es una escritora de estilo impecable. Es lo mínimo que debemos pedirle a un escritor, pero me gusta destacarlo cuando se trata de autores autopublicados.
Además, la trama está muy bien hilada: investigadores, sospechosos, criminales y víctimas interactúan para desarrollar una historia verosímil y con una buena resolución. Esto también es un mínimo. Un mínimo que debemos pedirle a un autor de novela negra, pero reconozcamos que no siempre se produce. A veces, el exceso de clichés nos lleva a desenlaces previsibles y giros que tratan de engañar al lector. Nada de esto ocurre en Un cadáver muy frío.
La trama avanza de manera lógica, facilitando la inmersión en el suspense. El lector descubre poco a poco las pistas que llevarán a la resolución del delito. El ritmo es muy equilibrado, al combinar acción con escenas dialogadas que hacen que el lector se tome un respiro y disfrute de los personajes.
Y es que esto último, es para mí, el gran logro de Un cadáver muy frío: los dos protagonistas. Aunque la serie se llame “Las cosas y casos de la señora Starling”, la novela se sostiene en dos pilares de igual importancia. Por un lado, tenemos a la propia señora Starling, una detective advenediza que resuelve crímenes por pura afición. Por otro, a Crawford, un policía que, de vez en cuando, se salta las normas. La grandeza de estos personajes es que se alejan de los tópicos que encontramos en tantas novelas policíacas. Me encantaría comentar algunos detalles para reforzar esta idea, pero prefiero dejarlos para que los futuros lectores los descubran. Sólo diré que la relación entre ellos es muy interesante y me ha dejado con ganas de más.
El deseo de leer la segunda parte, “Muerte en los Hamptons” no viene tanto de querer vivir la resolución de otro crimen, sino de saber cómo van evolucionando estos dos protagonistas. Un dato más: la intriga acerca de esto va tanto hacia el futuro como hacia el pasado porque cuando leemos “Un cadáver muy frío” vemos que tiene algo de comienzo in media res ya que Starling y Crawford se conocían de antes y habían resulto otros casos juntos. Me pregunto si la autora seguirá escribiendo secuelas o si en algún momento se decidirá por alguna precuela.
He visto algunas influencias claras en este libro. Por un lado, el suspense clásico de Agatha Christie y por otro lado, la tensión y humor que tienen los dos protagonistas de la serie Castle. Lo bueno es que tiene la frescura suficiente para mostrarse como algo nuevo y con personalidad propia.
En resumen, ahora que se acerca el verano creo es una buena recomendación. Ya sea playa o montaña, nos podemos ir de vacaciones con un e-book cargado con los libros de Ana Bolox. Pasaremos nuestros días de descanso en compañía de lecturas ligeras, pero de gran calidad.
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Muchas gracias por la reseña, Gema. Me ha encantado. Me hace muy feliz que te haya gustado la novela 🙂 Es justo lo que busco, así que satisfechísima 🙂
Un abrazote gordo.
Para mí, un placer reseñar un novela deliciosa como esta. 🙂