Inauguramos 2016 en Libros en Vena con una visita al teatro para hablar del montaje de Los amores diversos, de Fernando J. López. El preestreno tuvo lugar el pasado 22 de diciembre en el Teatro Lara de Madrid.
Es un monólogo intimista en el que Ariadna, una treintañera cuyo padre acaba de morir en extrañas circunstancias, debe enfrentarse a su pasado para encontrarse a sí misma. Su búsqueda recorre el estudio de su padre, donde se amontonan los libros que la acompañaron de niña. ¿Se puede resumir la vida de una persona en los libros que ha leído o en los versos que ha aprendido? El autor, no hay duda, quiere decirnos que sí. Cuando la palabra escrita nos ha marcado, podemos encontrarnos entre páginas.
El texto es un homenaje a la literatura y, en especial, a la poesía. La voz de Ariadna se mezcla con la de los poetas, y el espectador que sea capaz de reconocer algunas de las citas pasará a formar parte del personaje que vemos en escena. Habrá otros espectadores que se pierdan en las referencias literarias, pero están tan bien encajadas en el monólogo que éste no perderá su sentido.
Otro rasgo destacable de la obra es la fuerte presencia de los personajes que no están. Como hemos apuntado, “Los amores diversos” es un monólogo, pero en realidad Ariadna dialoga todo el tiempo. Su padre recién fallecido tiene tanta presencia en la obra como en la vida de la protagonista y no sólo él, sino también su hermana, su amante… Todos están presentes cuando ella reflexiona, e incluso parecen responder a lo que expresa. Podemos afirmar que “Los amores diversos” es un texto tan rico en personaje(s) como en palabras propias y ajenas. Ariadna revivirá el amor en sus distintas dimensiones, la educación recibida, las exigencias de familia, y viajará hacia decisiones futuras que le ayudarán a saber quién es y qué desea para sí.
Una vez en escena, el excelente trabajo de la actriz Rocío Vidal así como la escenografía contribuyen a fortalecer el texto. Los libros son los otros protagonistas en el escenario: unas veces forman barreras o murallas y otras, laberintos. Construyen de forma literal lo que las palabras expresan con metáforas.
Probablemente ha sido una puesta en escena única ya que, tras esta función, la obra se representará en el Festival de Teatro de Málaga (16 y 17 de enero de 2016). Esperamos que no pierda la esencia íntima del escenario que su director, Quino Falero, nos ofreció en el Teatro Lara.
Aún así, por mucho que el espacio o el atrezzo cambien, las palabras quedarán ahí, como la poesía queda en la vida de Ariadna.
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