Con la reseña de El amante germano, de Pilar Pedraza me sumo una vez más al hashtag #UnAñoDeAutoras. Por supuesto Pilar Pedraza no es una autora novel que necesite darse a conocer. Sin embargo hay dos factores que hacen que no tenga tanto reconocimiento como se merece: primero, es autorA y segundo, escribe narrativa de terror.
El amante germano es la primera novela de Pilar Pedraza que he leído y puedo asegurar que no será la última. Hay múltiples razones por las que disfruto de un libro. En esta novela se han unido muchas, además de una que las supera a todas: Pilar Pedraza es una narradora excelente y la calidad de su prosa está muy por encima de la media.
Lo que más ha conectado conmigo a nivel personal ha sido la combinación de dos mundos que me fascinan. Muy a mi pesar, estos se han presentado a menudo como incompatibles tanto en la literatura como en el arte. Por un lado, el mundo clásico grecorromano y, por otro, el mundo gótico del norte de Europa. Ha sido una delicia ver cómo Pilar Pedraza es capaz de sumergirnos en el lado más oscuro del mundo clásico. Nos presenta a la diosa Hécate y las Cárites en su vertiente relacionada con la brujería. La protagonista lo utiliza para poner en contacto el mundo de los vivos y el de los muertos con una fórmula que nos recuerda también al mito judeo-medieval del Golem.
La Antigua Roma se nos presenta en esta novela en su modo más irracional. Queda totalmente alejada del logos griego y más en conexión con lo que está por venir: la sombra medieval.
Todas estas referencias dejan claro que Pilar Pedraza (que también es historiadora y profesora de cine en la Universidad de Valencia) es una escritora con un bagaje cultural abrumador. Este se despliega con toda naturalidad en su narrativa. De ahí que una historia de terror bastante sencilla quede muy lejos de “lo típico”. La ambientación y los detalles que van aderezando la historia son de una gran riqueza. La sociedad romana marca las posiciones de los personajes, que encajan sin fisuras en sus cánones. Solo la protagonista destaca por romper las normas y sus dos doncellas hacen lo mismo al actuar con una lealtad absoluta a su señora.
Los secretos y lo oculto van envolviendo la historia hasta crear una atmósfera a veces asfixiante, como si todas las escenas estuvieran envueltas por un velo grisáceo. Los espacios cobran gran importancia al igual que los límites entre ellos. Hay espacios donde tiene lugar lo prohibido y otros en los que no. Los personajes, en general, no pueden atravesar esos límites.
Todo ello se va logrando a través del estilo, del que solo puedo decir cosas buenas. La historia se desarrolla con calma y no se usan artificios para mantener el suspense. Con la propia trama, de por sí inquietante, el lector puede quedar atrapado. En mi caso, he llegado al ansia de no poder parar de leer.
Otro aspecto que destaca en El amante germano es su gran riqueza de vocabulario. Al poco de iniciar la lectura ya lo percibí como algo muy superior a la mayoría de las novelas que hay en el mercado. Esto me llamó tanto la atención que me hice una lista titulada “palabras que aprendí leyendo El amante germano”. Una pequeña muestra: solaz, evo, hoyanca, percudida, glauco, etc. Su frecuencia y uso no interrumpe la comprensión del texto, así que se puede prescindir del diccionario. Pero yo, como lectora y, por supuesto, como escritora soy una friki del lenguaje y disfruto buscando y aprendiendo palabras nuevas. Una lectura que me proporciona ese placer siempre sube puntos en mi valoración.
Como colofón, he de añadir que la edición físicamente merece la pena. Es una edición de Valdemar, con pasta dura, dentro de la colección El Club Diógenes. El resultado es un libro pequeño y manejable pero con el tacto y el olor de las grandes ediciones. En definitiva: un libro joya.
El amante germano me ha impresionado por su originalidad, calidad extrema y facilidad para enganchar al lector. Seguiré leyendo textos de Pilar Pedraza y la recomendaré a lectores de todo tipo. Creo que merece ganar grandes premios genéricos y no sólo aquellos que se relacionan con la literatura gótica y de terror. Creo que el tiempo pondrá a Pilar Pedraza en el lugar que se merece. Espero que sea más pronto que tarde para que sus trabajos lleguen cuanto antes a más lectores.
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